Corro las cortinas y observo esta hermosa noche, abro la ventana y siento el frió que entra con fuerza y golpea mi rostro, es una noche helada, permanezco ahí parada disfrutando del panorama, mi mente entonces empieza a divagar entre la realidad y la fantasía, pienso si tu estarás viendo las mismas estrellas en algún lugar de esta gran ciudad, veo como se desplazan lentamente las nubes y me pregunto, ya habrán pasado por donde tu te encuentras?
Las veo tan cerca de mi que al estirar la mano me da la impresión de poder tocarlas, entonces empiezo a imaginar que puedo alcanzarlas , que tomo a la mas grande y la mas bella , entonces con ese material de algodón elaboro un gran sobre, vuelvo a estirar la mano y arranco con gran cuidado un pedacito de la noche azul y hago una hoja, con las estrellas formo palabras que pego pcoco a poco en donde te digo cuanto te quiero y te necesito, después tomo los luceros, y con ellos escribo “Gracias por todo cuanto haces por mi, eres el ángel que siempre pedí”.
Termino de escribir y cuidadosamente tomo ese pedacito de cielo con las dos manos y la doblo cuidadosamente para poder introducirlo en ese hermoso sobre de espuma,
Y lo sello con un poco de rocío de las mismas nubes y deposito en el un beso, nuevamente, estiro la mano para atrapar esos rayitos juguetones que la luna emite, y grabo en ese sobre tu nombre como remitente, posteriormente llamo muy quedita al viento y cortésmente le pido que despacito muy despacito para que no se maltrate desplace esa pequeña nube hasta su destino.
Por ultimo trazo sobre el cielo entre los astros y la luna, con estrellas y luceros para que todo el mundo lo vea y se de cuenta.
“GRACIAS DIOS POR HABERME DADO LA OPORTUNIDAD DE HABERTE CONOCIDO”.
Despierto de mi letargo y me doy cuenta que seria imposible hacer esto, así que decidí asentar este pensamiento en esta hoja, que no es un pedazo de cielo pero que es sus líneas he puesto un pedacito de mi alma que es casi lo mismo.
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